Cambia la posición, el tamaño y/o la forma de las orejas cuando estas tienen un tamaño prominente, están muy separadas de la cabeza o tienen alguna otra característica que incomode al paciente. Esta es una operación que produce cambios inmediatos y puede corregir defectos hereditarios.
La otoplastia puede mejorar en gran medida la seguridad de la persona y reforzar su autoestima. Es posible realizarla desde los cuatro años si se trata de factores congénitos, si es por un tema estético, desde los 15 años, tiempo en el que las orejas se han desarrollado por completo.